Las Vegas 2016.
El 20 de septiembre fueron enviadas las motos por transporte a Tijuana y el 27 volamos para montar nuestros corceles de acero e iniciar así una travesía que les mencionaré a continuación.
El primer punto al que nos dirigimos fue a el pueblo mágico de Tecate para disfrutar un desayuno típicamente norteño consistente en un unos tacos de carne asada con unas gigantes tortillas de harina. El camino de cuota es bonito y con unas piedras grandes que adornan en los campos que están junto al camino.
Con la panza llena y el corazón contento cruzamos la frontera, que me merece mencionar que fue un cruce muy ágil y rápido por esta frontera y tomamos unos caminos llenos de curvas y diversión muy bien pavimentados sobre la carretera #79 que nos llevó hasta el poblado de Julian. En este pequeño lugar que se caracteriza por la abundancia de manzanas, hicimos una parada. Todo la actividad del pueblo gira alrededor de esta fruta. Continuamos nuestro camino lleno de curvas y la temperatura comenzó a bajar un poco porque estábamos subiendo a Palomar Mountain para llegar a un mirador y poder ver todo San Diego desde lo alto. También se apreciaba la costa que da al Océano Pacífico. La bajada de esta montaña decidimos hacerla por un camino zigzagueante de terracería que fueron más de 20 kilómetros en los que no vimos el pavimento y cada curva nos paramos para contemplar un hermoso atardecer que nos acompañaba. Ese primer día hicimos 250 kilómetros.
A la mañana siguiente recorrimos 400 kilómetros para llegar a dormir a otro pueblo llamado Exeter de no más de 2,000 almas. Lo más relevante de este recorrido fueron los viñedos que nos acompañaron en los caminos rurales que disfrutamos y también que nos encontramos en un cruce de caminos en medio de la nada una frutería y decimos comprar una exquisita sandía y disfrutarla entre todos. Al llegar al hotel disfrutamos la alberca y el jacuzzi. En la noche salimos a caminar por el poblado y cenar en uno de los pocos lugares abiertos a las 21 horas. El restaurante se llama Monet´s y muy ricos platillos acompañados de vino tinto fueron los que disfrutamos.
El atardecer de este día fue espectacular.
La tercera jornada alcanzamos a recorrer alrededor de 700 kilómetros. Al amanecer fuimos al Parque Nacional de las Sequoias; cualquier persona que no conozca este lugar debe saber que es impresionante, los árboles de coníferas gigantes tanto en su base como en altura forman un espectáculo magnífico . Las curvas, los paisajes, las piedras, los árboles y toda la fauna que uno encuentra en el lugar es maravillosa. Y como todos los parques nacionales de Estados Unidos muy bien conservado. Merece mencionar que El Parque Nacional de las Secuoyas está ubicado en la parte sur de Sierra Nevada, al este de Visalia, California, Estados Unidos. El parque nacional fue creado en 1890 y fue el tercero en ser creado después del Parque Nacional Yellowstone y del ahora desaparecido Parque Nacional Mackinac. El parque tiene una extensión de 1635 kilómetros cuadrados.
Una de las características predominantes de este parque es el famoso bosque de las secuoyas gigantes, incluyendo al conocido General Sherman, el árbol más grande del mundo; llama la atención por su espectacularidad, con 84 metros de alto y 11 metros de diámetro. Dentro del parque se encuentra el monte Whitney, la mayor cumbre de los Estados Unidos fuera del territorio de Alaska, con una altura de 4418 metros.
De salida y estando cerca de ahí, pasamos a otro parque nacional de nombre Kings Canyon donde también tuvimos una experiencia similar.
Después de disfrutar estos dos parques nacionales del estado de California nos fuimos a el estado de Nevada para dormir en Las Vegas.
En las Vegas estuvimos 3 noches y 4 días disfrutando del evento Bike Fest 2016 que fue el pretexto de este viaje. Visitamos el parque nacional de Death Valley, el Red Rock que para los que no lo conocen en una formación de piedras de varios colores en donde resalta mucho el color rojo y solo está a 20 minutos de Las Vegas.
El área de conservación nacional del Cañón Red Rock (en inglés, Red Rock Canyon National Conservation Area) es un área de conservación nacional de los Estados Unidos localizada en el estado de Nevada. Tiene un área de 801 kilometros cuadrados.El área es visitada por alrededor de 1 millón de turistas cada año.
También disfrutamos de ricos alimentos, de la magia de los casinos y de muchas cosas más que como dice el dicho… lo que pasa en Las Vegas se queda en las Vegas.
Antes de iniciar el regreso a la CDMX pasamos por el autódromo Speed Vegas en donde festejamos el cumpleaños de nuestra Barredora Joaquín Vallejo y varios se metieron a la pista a correr los Ferraris, Porsches, Corvettes y Lambos; les recordamos que con la tarjeta de Beneficios de Discovermoto tenemos un 10% de descuento en todos los paquetes.
Al terminar de jugar con los coches fuimos a la presa Hoover y de ahí nos fuimos a Kingman para pasar la noche, no sin antes ir a cenar a Mr. Dz que es un lugar famoso de los años 50´s.
Kingman está en del estado de Arizona y también es un poblado por donde pasa la ruta 66. A la mañana siguiente fuimos al museo para ver un poco de la historia y nos entregaron un pasaporte para que lo vayamos sellando por todo el estado de Arizona sobre la ruta 66 y así tomamos las motocicletas y fuimos sobre esta ruta pasando por Peach Springs, Seligman, Ash Fork y en Williams nos detuvimos para comer extremadamente delicioso y nos desviamos por el ruta 64 hasta llegar al gran Canyon West. Tuvimos la fortuna de contemplar un atardecer único que nos dejó perplejos por las tonalidades de colores y cuando nos dimos cuenta se hizo de noche y emprendimos nuestro regreso ya con un clima frio de 6 grados llegando a pernoctar a otro poblado de la ruta 66 de nombre Flagstaff.
Al despertar pasamos al ultimo museo de la ruta 66 y en nuestro almuerzo en Tucson decidimos entre bajar por Chihuahua o por el Pacífico Mexicano. Finalmente optamos por el pacífico y así cruzamos por Nogales, visitamos el pueblo mágico de Magdalena de Kino y dormimos en Hermosillo, Sonora.
Al despertar revisamos nuestras motos y nuevamente nos dirigimos hacia el sur pasando por los pueblos mágicos de Álamos, y El Fuerte; atravesamos Los Mochis y llegamos a Culiacán donde entramos a comer a un lugar de nombre El Farallón en el cual nos encontramos con el único Sultán de Oaxaca que estaba recorriendo la Republica Mexicana y decidimos quedarnos con ál y su esposa esa tarde.
El ultimo día varios tomaron distintos caminos para llegar a la CDMX y así fue como concluyó el viaje a las Vegas de Disovermoto 2016.
Un viaje muy recomendable para todas las personas que les gusta viajar en motocicleta.
Gracias a todos por seguirnos y nos vemos en otra aventura más.
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