El rally de Custom Rock se llevó a cabo exitosamente, como se ha venido realizando ya durante los últimos 5 años.
Para muchos puede ser un rally muy sencillo porque hay que transitar un par de largas rectas para llegar al destino, pero cada vez que yo hago este rally, veo las cosas complicadas que no se ven normalmente, dos temas principales; el clima extremo, calor que azota al pasar la frontera y encontrar lapsos de 45 grados lo que puede generar deshidratación y el tiempo de espera para cruzar los puentes internacionales bajo el sol en todo su esplendor sobre nuestros equipos de protección que genera un desgaste muy grande.
Un rally de resistencia se tiene que realizar de forma inteligente y no rápida como muchas de las personas podrían pensar. El hacer un rally inteligente es tomar una velocidad promedio que te haga sentir cómodo y seguro y cargar combustible en los menos minutos posibles, ya que estos momentos son los tiempos más importantes que uno debe cuidar para generar disciplina en el manejo.
De comidas podemos decir que se pueden hacer dos, una de ellas se hace en la mañana a la hora que sale el sol, buscando un restaurante de comida rapida o algo fuera de algún Oxxo. Los segundos alimentos se pueden tomar un par de horas antes de llegar a la meta, de preferencia algo ligero que cubra el hambre y no algo pesado para poder llegar con bien a la meta.
Después de hablar del rally y de cómo deben hacerse, a este rally yo fui invitado como juez. Revisamos los odómetros de más de 100 motocicletas desde la ciudad de México y un amigo se esperó conmigo hasta terminar el chequeo de todos los participantes. Una vez que salieron los pilotos, mi amigo y yo nos arrancamos con un piso un poco húmedo para incorporarnos a la carretera de Chamapa-Lechería, rebasamos a varios pilotos y conforme íbamos avanzando encontramos menos motociclistas. Nos detuvimos en el primer check point que era el parador El Potosino. Pasando Matehuala pinché una de mis llantas y nos detuvimos para hacer el proceso de vulcanización para que la llanta fuera más segura. En la gasolinera de “La Carreta” (100 kilómetros) antes de la frontera encontramos al grupo de motociclistas que iban hasta delante y nos fuimos con ellos hasta la frontera. Ahí nos despedimos para adelantarnos y darles la bienvenida a los pilotos, sin embargo notamos que algunos de este grupo ya estaban un poco deshidratados y cansados por lo que decidimos hacer la parte de Estados Unidos con ellos como apoyo. Así fue como llegamos a Austin, Texas sin ningún problema.
Muchas gracias a todas las personas que nos acompañaron en esta travesía y esperamos les haya gustado la redacción, misma que invitamos que compartan.
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Salida 419 Custom
